WASHINGTON, D.C., 18 de septiembre-Durante el ejercicio que terminó el 30 de junio de 1996, la Corporación Financiera Internacional (CFI) aprobó financiamiento por un monto sin precedentes de US$3.200 millones para 264 proyectos, frente a US$2.900 millones en el ejercicio precedente. Este es el quinto año consecutivo en que se registra un aumento anual de dos dígitos del financiamiento aprobado por la institución del Grupo del Banco Mundial que se ocupa del fomento del sector privado. Estos resultados se lograron gracias a un esfuerzo continuo en pro del desarrollo de dicho sector, al papel cada vez más activo desempeñado por la CFI y al aumento de la demanda de financiamiento y servicios de la Corporación. Durante el ejercicio, la CFI se ocupó principalmente de satisfacer las necesidades en materia de suministro de infraestructura por el sector privado y de respaldar el desarrollo de los mercados de capital.
Los esfuerzos de la CFI por movilizar recursos financieros a través de sus asociados a fin de promover el desarrollo del sector privado fueron especialmente exitosos. De acuerdo con el Informe Anual de la CFI correspondiente al ejercicio de 1996, el volumen de recursos movilizados por la Corporación durante ese período alcanzó un monto sin precedentes: la formación de consorcios con instituciones financieras alcanzó una cifra récord de US$4.800 millones, lo cual representa un incremento del 88% con respecto al ejercicio de 1995. En total, el financiamiento aumentó en un 47% (préstamos, participación en el capital social y formación de consorcios) con respecto al ejercicio anterior. El costo total de los proyectos aprobados en el ejercicio de 1996 fue de US$19.600 millones, lo cual refleja la importante función catalizadora que desempeñó el financiamiento por cuenta de la Corporación durante ese período. Por cada dólar de financiamiento directo otorgado por la CFI, otras entidades aportaron más de cinco.
"Durante el ejercicio de 1996, la Corporación siguió registrando un fuerte crecimiento, al tiempo que potenciamos al máximo nuestros recursos para lograr un mayor impacto en términos de desarrollo", señaló Jannik Lindbaek, Vicepresidente Ejecutivo de la CFI. "Este, agregó Lindbaek, es un período de grandes oportunidades para la CFI. La demanda de los servicios de la Corporación aumenta continuamente, en una época en que la necesidad de mayor eficiencia y mejores servicios está creando una tendencia hacia la gestión privada de los sectores clave de la infraestructura. Entretanto, seguimos realizando una labor pionera en nuevos sectores y países. Además, estamos otorgando cada vez más recursos a las empresas pequeñas y medianas, al tiempo que ampliamos nuestra asistencia a países donde, hasta ahora, nuestras actividades han sido limitadas".
En el ejercicio de 1996, la CFI aprobó proyectos en 68 países. Aumentó el número de proyectos aprobados en cada región, sobre todo en Africa al Sur del Sahara donde la cifra llegó a 71 --hasta ahora la más alta de todas las regiones. Además, el volumen de inversión aumentó en las regiones de Asia; Asia Central, Oriente Medio y Norte de Africa, y América Latina y el Caribe. La inversión en los sectores de agroindustrias y elaboración de alimentos, en los que la CFI aprobó por cuenta propia más de US$379 millones para 51 proyectos, volvió a registrar un fuerte aumento en el ejercicio de 1996.
Cuarenta años dedicados a promover el desarrollo del sector privado
En el Informe se pasa revista a los 40 años de experiencia de la CFI en la promoción de la empresa privada en los países en desarrollo. Gracias a esta experiencia, la CFI cuenta con una sólida base sobre la cual construir un marco estratégico para aumentar el impacto de sus actividades en el desarrollo al iniciarse el próximo siglo. En el futuro, se concluye en el Informe, la meta es lograr que los beneficios probados de un desarrollo impulsado por el sector privado lleguen a un segmento mucho más grande de la población mundial.
Nuevos programas
Ampliación de la asistencia de la CFI
La Corporación está poniendo en marcha un nuevo programa destinado a ampliar sus actividades a países más pobres y pequeños y a otros en los que la transición a una economía de mercado es particularmente difícil. Para el programa se han seleccionado 16 países o grupos de países vecinos. Estos son: Albania, Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, Camboya y la República Democrática Popular Lao, Africa Central (Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Gabón, República Centroafricana), El Salvador, Etiopía y Eritrea, la ex República Yugoslava de Macedonia, Guyana y la región del Caribe Oriental (Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía), Kazakstán, Mongolia, Mozambique, Senegal y Africa Occidental (Cabo Verde, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Malí, Mauritania), la República Eslovaca, Uzbekistán y la Ribera Occidental y Gaza.
Para poner en marcha el programa piloto, se instalará en estos países --donde las actividades de la CFI han tenido, tradicionalmente, un carácter más limitado-- personal especializado en el área de las inversiones. El personal en el terreno será de dedicación exclusiva o permanecerá por períodos largos en la región, y procurará crear oportunidades comerciales mediante la identificación de empresarios locales y el fomento directo de empresas viables. La CFI ha creado un Fondo para la Pequeña Empresa de US$40 millones destinado a financiar inversiones en pequeña escala en los países incluidos en el programa.
Directrices para la colaboración
Además, la Corporación ha asumido el compromiso de apoyar y complementar la labor de las instituciones financieras privadas de sus países miembros. A fin de evitar un desplazamiento del capital privado, la Corporación emprendió una amplia labor de consultas con el sector privado, formulando nuevas directrices para sus relaciones con la comunidad bancaria internacional. Estas directrices, que regirán las actividades de la Corporación en materia de financiamiento de proyectos, servicios de asesoramiento autónomos y garantía de emisión y colocación de valores, se dieron a conocer en noviembre de 1995 en una publicación titulada "Collaboration with Private International Financial Institutions-Practices and Policies".
Unidad de Preparación de Proyectos para el Mekong
Como parte de sus esfuerzos para dar mayor apoyo a las empresas pequeñas y medianas, la CFI creó la Unidad de Preparación de Proyectos para el Mekong, tomando como modelo los exitosos mecanismos de este tipo ya creados por la Corporación en Africa, el Pacífico Meridional y otras regiones. Con financimiento proveniente de donantes por un monto de US$25.000 millones que serán administrados por la CFI, esta Unidad proporcionará asesoría sobre preparación de planes de actividades, asistencia técnica y obtención de financiamiento para nuevas inversiones a empresas pequeñas y medianas de Camboya, la República Democrática Popular Lao y Viet Nam.
Sistema escolar Beaconhouse
La Corporación realizó una innovadora inversión en el sistema escolar privado denominado Beaconhouse, en Pakistán. En el marco del proyecto se financiará la construcción de 14 escuelas en diez centros urbanos y se realizará un programa piloto para dar educación a alumnos de escasos recursos. El programa de expansión permitirá matricular a otros 16.000 alumnos en un plazo de tres años, lo que ayudará a mejorar la calidad de la educación y a generar un número importante de puestos de trabajo. El 40% de los alumnos son niñas, aspecto que tiene gran significación en un país donde la tasa de alfabetización de las mujeres, de 21%, está muy por debajo de los promedios internacionales.
Profund
La Corporación aprobó por primera vez una inversión destinada a promover las actividades de microfinanciamiento a través de Profund Internacional S.A., el primer fondo de inversión privado dirigido a instituciones financieras "con fines de lucro" que otorgan financiamiento a microempresas y empresas en pequeña escala de América Latina y el Caribe. A través de esta operación, la CFI ayudará a financiar la expansión de instituciones comerciales de microfinanciamiento que sean viables en la región, donde las microempresas y empresas pequeñas dan empleo a la mitad de la fuerza de trabajo en algunos países. En consecuencia, la inversión de la CFI apoyará la creación y el aumento del empleo. Profund producirá un efecto multiplicador para la obtención de capital privado adicional con destino al sector de las microempresas, a través de inversiones en instituciones de microfinanciamiento y el suministro de asistencia en materia de gestión a fin de ayudarlas a adoptar principios comerciales en sus operaciones. La CFI aprobó una inversión de hasta US$3 millones para adquirir el 15% de las acciones del fondo; Profund prevé movilizar US$20 millones. Además, la Corporación estará representada en el directorio y en la comisión de inversiones del fondo. La CFI está explorando otras oportunidades similares para promover el microfinanciamiento en otras partes del mundo.
Enfasis en el impacto en términos de desarrollo
En el Informe Anual se destacan varias iniciativas que la CFI ha emprendido para fortalecer y cuantificar mejor el verdadero impacto de sus actividades en el desarrollo de los países que recurren a sus servicios. Como parte de esta labor, la CFI está ampliando la evaluación de los efectos de sus proyectos en el desarrollo. En 1996 el Departamento de Economía y el Grupo de Evaluación de Operaciones establecieron nuevos indicadores del desarrollo para evaluar con más detalle los proyectos de la cartera de la Corporación en áreas tales como el crecimiento de empresas privadas productivas y de mercados de capital eficientes; el crecimiento económico sostenible, y el bienestar económico y la elevación de los niveles de vida y la calidad de la vida. Se ha puesto más énfasis en el estudio de posibles proyectos en el contexto de las estrategias para los países. Asimismo, la Corporación tiene como meta ayudar a las empresas que tienen dificultades para acceder a nuevas tecnologías y a los mercados internacionales de capital.
Nuevas inversiones
En el ejercicio de 1996, la CFI realizó sus primeras inversiones en varios de los nuevos países miembros, como Albania, Angola, Croacia, Maldivas, la República Eslovaca, Samoa Occidental y Vanuatu. Azerbaiján, Bahrein, Bosnia y Herzegovina, Eritrea y Saint Kitts y Nevis ingresaron como miembros de la Corporación durante el ejercicio, con lo cual el número de países miembros se elevó a 170.
La CFI está prestando especial atención al desarrollo y fortalecimiento de los mercados de capital locales y al suministro de infraestructura por el sector privado. La existencia de mercados financieros sólidos en los países es fundamental para las inversiones y el logro de un crecimiento sostenido, y la Corporación está intensificando su labor para establecer instituciones nacionales viables y marcos normativos para los mercados de capital. Dada la enorme necesidad de infraestructura física, la CFI está orientando sus actividades en esta esfera hacia países en los que el suministro de infraestructura por el sector privado tiene posibilidades de éxito. También ha comenzado a explorar nuevos sectores que se están abriendo al financiamiento privado en los países en desarrollo, como los de la salud y la educación. Además, con el fin de maximizar los beneficios en términos de desarrollo, la Corporación está intensificando sus actividades de asesoramiento en privatizaciones, infraestructura privada y mercados de capital.
Formación de consorcios y nuevos asociados
En el ejercicio de 1996, el volumen de préstamos mediante consorcios aumentó apreciablemente, a US$4.800 millones, sobrepasando con creces la cifra sin precedentes de US$2.600 millones registrada en el ejercicio anterior. El volumen de préstamos mediante consorcios de instituciones financieras fue casi el doble del que la CFI proporcionó directamente por cuenta propia. También aumentaron las suscripciones de préstamos de consorcios --a US$2.500 millones, frente a US$1.600 millones en el ejercicio de 1995-- en las cuales participaron 127 bancos e instituciones inversionistas de 30 países. Participaron en los préstamos 396 entidades y al 30 de junio de 1996, la cartera de préstamos de la CFI por cuenta de participantes superaba los US$6.100 millones.
La Corporación ha ampliado la base de participación en la formación de consorcios en una época en que la demanda de sus servicios aumenta aceleradamente. La participación de bancos asiáticos aumentó del 16% al 20% y la de prestatarios estadounidenses, del 5% al 13%. Asimismo, la CFI y el Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento (BERF) cerraron el primer consorcio conjunto --para Investel, un proyecto de telecomunicaciones en Hungría.
La participación de fondos de pensiones y compañías de seguro de gran tamaño en las transacciones de la CFI va en aumento, lo que permite aprovechar una nueva e importante fuente de capital para los países en desarrollo, sobre todo en el caso de proyectos de infraestructura a largo plazo. Participaron por primera vez en consorcios de préstamos de la CFI un total de 21 bancos y ocho instituciones inversionistas, entre ellos prestamistas de Hong Kong, Indonesia, Japón y Corea. Durante el ejercicio de 1996, diez compañías de seguro de Estados Unidos comprometieron recursos para tres préstamos por un monto total de US$220 millones.
Resultados financieros
Los ingresos netos de la CFI alcanzaron una cifra récord de US$345,8 millones, que representa un aumento del 84% con respecto al ejercicio de 1995. Esto equivale a un rendimiento del 8,9% sobre el patrimonio neto promedio. El incremento obedeció a los excelentes resultados obtenidos en todas las principales líneas de productos, y a que se siguió ejerciendo un estricto control de los gastos administrativos. Los ingresos netos generados por la cartera de préstamos fueron de US$86 millones. Los ingresos netos procedentes de la cartera de inversiones en capital y cuasicapital alcanzaron a US$146 millones, gracias a que se lograron buenos niveles tanto de ganancias de capital realizadas a través de la venta de acciones que habían alcanzado su madurez (US$155 millones), como de ingresos por concepto de dividendos (US$87 millones).
Divulgación de la experiencia de la CFI
Con el fin de ampliar y potenciar la influencia de la CFI más allá de las operaciones que realiza directamente, la Corporación da a conocer sus experiencias a través de la publicación de la serie titulada Experiencias de la CFI. Tras la publicación en 1995 de un estudio sobre la privatización, en 1996 se publicarán otros sobre arrendamiento financiero, fondos de inversiones e infraestructura, además de una reseña sobre la labor de la CFI en el terreno de los mercados de capital. En el documento sobre el arrendamiento financiero se demuestra que esa actividad tiene un fuerte impacto en el desarrollo, se documenta su rápido crecimiento en los países en desarrollo y se describen las ventajas que presenta para la pequeña y mediana empresa. En el estudio sobre los fondos de inversión se destaca la extraordinaria evolución en términos de creación, fomento y proliferación de este tipo de fondos en los países en desarrollo, así como su importancia en el acelerado desarrollo de muchas bolsas de valores en los mercados emergentes. También se resalta la función que cumplen en dar a las empresas e instituciones nacionales mayor liquidez, oportunidades financieras y acceso a conocimientos especializados en capital accionario y gestión. En el documento dedicado a la infraestructura se presenta la experiencia de la CFI como una de las principales instituciones de financiamiento para proyectos de infraestructura privada en el mundo en desarrollo, y se examinan estructuras viables para dichos proyectos, así como algunos posibles escollos. Se prevé publicar otros estudios sobre inversión extranjera directa y técnicas de financiamiento de proyectos.
Resultados por tipo de actividad
Mercados de capital
En 1996 las inversiones en el sector de mercados de capital representaron el 24% del total de inversiones por cuenta propia de la CFI, y el 34% de todos los proyectos. Entre los novedosos productos ofrecidos en este sector, la Corporación continuó con éxito la formación de consorcios para programas de efectos comerciales de los Estados Unidos, ayudando a cuatro empresas a acceder a dicho mercado. Estos mecanismos permitieron obtener un total de US$495 millones, distribuidos entre una empresa manufacturera y un banco privado de Argentina, un banco comercial privado de Turquía y una empresa industrial de México.
La CFI ha creado nuevos productos con el fin de ampliar y consolidar los mercados de capital emergentes a través del desarrollo de mercados locales de instrumentos de deuda. Ayudó a estructurar una operación de conversión de activos financieros en valores por un monto de US$8 millones para la cartera de partidas por cobrar de Lanka Orix Leasing Company, de Sri Lanka, y asesoró a dicha empresa en materia de mejoramiento de la clasificación crediticia y la colocación de valores. La Corporación está tratando de establecer un fondo mundial que realizará inversiones en instrumentos de deuda en moneda local de empresas de los mercados emergentes, y una institución aseguradora que garantice emisiones de bonos respaldados por activos y para obras de infraestructura de empresas de esos mercados a fin de mejorar su clasificación crediticia.
Durante el ejercicio de 1996, la CFI emprendió más de 60 misiones de asesoría técnica sobre mercados de capital en casi 50 países, lo cual evidencia la demanda cada vez mayor de este tipo de asistencia para la industria de servicios financieros. En Indonesia, Marruecos, Pakistán, Sri Lanka y Tailandia, la Corporación ha iniciado operaciones de conversión de activos financieros en valores como un novedoso mecanismo de financiamiento para movilizar recursos. La CFI proporcionó asistencia para la creación y formulación del marco jurídico y normativo para las actividades de arrendamiento financiero en Kazakstán, Mauritania, Nigeria y Seychelles. Se recurrió a la experiencia de la Corporación para los mercados bursátiles de Nigeria y de otros países de Africa; para los mercados de valores hipotecarios y de crédito para la vivienda en Colombia, Guatemala y el Líbano; para desarrollar un marco normativo en materia de seguros en Kenya, y de instituciones de depósito en la India, y para la formulación de leyes sobre sociedades para la emisión de capital accionario en Pakistán.
Ampliación de la cobertura sobre los índices de los mercados emergentes. La Base de Datos sobre Mercados Emergentes (BDME) de la CFI, expandió la cobertura de referencia sobre los mercados de valores de los países en desarrollo, información que se utiliza ampliamente en todo el mundo. En octubre de 1995 se sumó a la BDME la República Checa, y en junio de 1996 se anunció su ampliación a otros 17 países --incluidos tres mercados sobre los que la cobertura se hará a diario, a saber, Egipto, Marruecos y Rusia, y a 14 nuevos mercados "avanzados". Con esto, el número total de países comprendidos en la base de datos se eleva a 44. El año pasado, la BDME comenzó a realizar un cálculo diario de las series de índices nacionales y regionales, y en el caso de los mercados asiáticos esto se hace dos veces al día. También amplió sus series de índices sobre valores negociables creadas para productos derivados bursátiles y extrabursátiles. Continuando su labor de promoción de métodos alternativos para permitir el acceso de los inversionistas a los mercados emergentes, la CFI creó el OCBC Alliance IFC Asia Emerging Markets Index Fund, que se suma a otros dos anteriores que han dados buenos resultados --un fondo de inversión basado en un índice de valores de América Latina, creado en el ejercicio de 1995, y uno de alcance mundial establecido en 1994.
Garantía de emisión y colocación de valores. En el ejercicio de 1996, la CFI ayudó a estructurar cuatro fondos y tres emisiones de valores. Uno de ellos, el Fondo Moneda Chile, tiene un número de acciones fijo y efectúa inversiones en empresas chilenas pequeñas y medianas. En una labor innovadora, la CFI codirigió una emisión de certificados internacionales de depósito por valor de US$60 millones para Banque Marocaine du Commerce Extérieur, la primera operación de este tipo de una institución marroquí.
Gestión de riesgos. En el ejercicio de 1996, la CFI aprobó una cifra récord de 23 operaciones de gestión de riesgo, lo que refleja las condiciones favorables del mercado y el interés de las empresas de los países en desarrollo en protegerse de las fluctuaciones de las tasas de interés y de las monedas. La CFI realizó las dos primeras operaciones con empresas de electricidad en América Central --en la República Dominicana y Guatemala-- a fin de controlar el riesgo relacionado con las tasas de interés y el tipo de cambio. También se crearon los primeros servicios de gestión de riesgos para instituciones financieras establecidas en Egipto y el Líbano.
Fondos fiduciarios
Creado a través de una asociación estratégica con la comunidad de donantes, el Programa de Fondos Fiduciarios de Asistencia Técnica (TATF) de la CFI ha intensificado su labor para ayudar a desarrollar el sector privado mediante la preparación de proyectos de inversión, la identificación de proyectos y la divulgación de conocimientos. Durante el ejercicio de 1996, a través del TATF se obtuvo financiamiento para 83 proyectos en más de 50 países, los que representan compromisos por un total de casi US$11 millones. Se crearon nuevos fondos fiduciarios con los gobiernos de Irlanda, Israel y Japón, y Australia, Dinamarca, Finlandia, Italia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos efectuaron aportes para la reposición de los recursos. Entre los proyectos cabe mencionar los de asesoría sobre privatización de tierras en Ucrania, fondos mutuos en el Perú, tratamiento de desechos en Moscú, privatización de empresas de telecomunicaciones en Uganda y de electricidad en Venezuela, productos de cuero en la República Kirguisa, y un proyecto para una empresa de ordenación del medio ambiente en el Mediterráneo Meridional. A través del TATF se facilitaron las primeras actividades de la CFI en países que han ingresado como miembros en época reciente, a saber, Rumania (agroindustrias), Moldova (agroindustrias), Georgia (plantas embotelladoras), la ex República Yugoslava de Macedonia (textiles) y Tayikistán (refinería de oro).
Infraestructura
La CFI ha venido promoviendo la actividad privada en el sector de la infraestructura, ayudando a los países a privatizar las empresas de servicios públicos. En el ejercicio de 1996, la CFI aprobó inversiones por cuenta propia, en 33 proyectos de infraestructura, por valor de US$715 millones distribuidos de la siguiente manera: 52% en transporte, abastecimiento de agua y otras esferas; 27% en electricidad y 21% en telecomunicaciones. En el sector del transporte, la Corporación aprobó proyectos de carreteras de peaje, ferrocarriles, transporte público y marítimo, e instalaciones portuarias. En cuanto a las empresas de servicios públicos, en la última operación de financiamiento a través de un consorcio para Aguas Argentinas se registró exceso de suscripción, en tanto que la conversión de activos financieros en valores atrajo a prestamistas para una empresa de gas de Argentina. En materia de telecomunicaciones, la CFI aprobó financiamiento para inversiones destinadas a mejorar el servicio telefónico básico de Bangladesh, Brasil, Indonesia y Venezuela. También contribuyó a financiar las redes de servicios celulares en varios países, especialmente en algunos pequeños como Bolivia y El Salvador.
Privatizaciones
La CFI ha desarrollado su capacidad interna para prestar pleno apoyo a todas las etapas de la privatización. En el ejercicio de 1996, la labor modelo en materia de privatizaciones llevada a cabo por primera vez en Rusia en los primeros años del decenio de 1990 se extendió a otros países de la antigua Unión Soviética. Se está preparando un modelo de subasta de pequeñas empresas de Belarús y Ucrania. El gobierno de este último país solicitó a la CFI asistencia para ensayar y aplicar en varios lugares la privatización de tierras. En el ejercicio de 1996, la CFI suscribió 12 compromisos nuevos de asesoría para las privatizaciones, de los cuales sólo tres no se referían a la infraestructura. De los 12, tres correspondían a los servicios de abastecimiento de agua de Gabón, India y Filipinas. Fue decisivo el acuerdo celebrado en Africa al Sur del Sahara que dio lugar a la exitosa privatización de Kenya Airways. La transacción fue la segunda privatización más grande realizada hasta ahora en esa región, con la que se logró ampliar la propiedad. De los 113.000 nuevos accionistas de la empresa, 78.000 eran pequeños accionistas y recibieron la asignación mínima de US$200 en acciones. A solicitud de los gobiernos de China y Viet Nam, la CFI y el Servicio de Asesoría sobre Inversión Extranjera ayudaron a organizar mesas redondas de alto nivel con funcionarios de los gobiernos y representantes de empresas extranjeras. En el primer trimestre del ejercicio de 1996 se realizaron eventos similares en Africa y Europa Central.
Medio ambiente
La CFI intensificó su labor de agente catalizador de nuevos mecanismos de inversión y ayudó al sector privado a financiar actividades en pro del desarrollo ecológicamente sostenible. Se están realizando nuevas inversiones en proyectos que reciben financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Fondo Multilateral para la Aplicación del Protocolo de Montreal. La CFI y el FMAM están aplicando un programa conjunto para el desarrollo de mecanismos de financiamiento para empresas pequeñas y medianas en el marco de las iniciativas del FMAM. Con otro proyecto conjunto de la CFI y el FMAM se promueve la reducción eficaz en función de los costos de las emisiones de gas que producen el efecto invernadero en el sector de electricidad de Polonia, a través del proyecto de eficiencia en el alumbrado de Polonia. En el marco del Fondo Multilateral para la Aplicación del Protocolo de Montreal, la Corporación está prestando apoyo a empresas privadas turcas y eslovacas para que puedan cumplir con la exigencia de eliminar gradualmente el uso de clorofluorocarbonos.
En 1996 la Corporación puso en marcha varias iniciativas encaminadas a aplicar un enfoque más dinámico para la promoción de la actividad privada ecológicamente sostenible. Con el Banco Mundial trató de reforzar la debida diligencia y actualizar las directrices ambientales del Grupo del Banco. La CFI también emprendió un programa sistemático de extensión para las organizaciones no gubernamentales de los países en desarrollo. Revisó su política de acceso a la información y puso énfasis en los procedimientos de consulta a nivel local. Se asignó más personal y recursos al Departamento de Asuntos Técnicos y Ambientales. Se encargó a una vicepresidencia de operaciones la supervisión de las cuestiones ambientales y relativas al acceso a la información.
En el ejercicio de 1996, la CFI siguió con su programa de capacitación sobre gestión de riesgos ambientales dirigido a los directivos superiores de instituciones financieras de los países en desarrollo. En 1995 se presentó el seminario a altos funcionarios de 64 instituciones de 12 mercados emergentes.
Panorama regional
En 1996, la CFI aprobó financiamiento por US$174 millones para 71 proyectos en 20 países de Africa al Sur del Sahara. El número de proyectos aprobados no tiene precedentes en ninguna región y representa más del 25% del total aprobado por la CFI. Casi el 60% de los proyectos de la Corporación en esa región se financió a través del Fondo para Empresas Africanas, de acuerdo con el objetivo de fortalecer la pequeña y mediana empresa. Con 42 de esos proyectos, que corresponden a 13 países y representan un costo de US$46 millones, se contribuyó a la creación o el mantenimiento de 19.000 puestos de trabajo y a la generación de exportaciones por valor de US$19 millones anuales. La CFI se esforzó por fortalecer el sector financiero y realizó su primera inversión en una compañía de financiamiento para la microempresa con el objeto de transformar al Kenya Rural Enterprise Program en un banco. La Corporación también se centró en las privatizaciones en la región; invirtió en una empresa de cemento privatizada a fin de ayudar a la reconstrucción de Mozambique, país que había sido devastado por la guerra, y prestó asesoramiento para la primera privatización de una línea aérea africana, Kenya Airways.
La CFI promovió la iniciativa privada en el sector de la infraestructura: prestó asesoramiento a Gabón acerca de las estrategias de privatización de la empresa estatal de abastecimiento de agua y electricidad, así como de la empresa nacional de telecomunicaciones de Uganda. En cuanto al desarrollo de los mercados de capital, la CFI ayudó a establecer la normativa para mecanismos de inversión colectiva (Botswana, Zimbabwe), las actividades de arrendamiento financiero (Mauritania, Seychelles) y una bolsa de valores (Uganda). La Corporación creó un fondo fiduciario de asistencia para el medio ambiente encaminado a ayudar a las empresas pequeñas a cubrir el costo de las evaluaciones ambientales. Además, la CFI aprobó una inversión de US$19,6 millones en Uganda para ayudar a financiar la extracción de cobalto en Kasese, lo que redundó en mejoras en el medio ambiente del lugar, que antes contaminaba las tierras pantanosas del parque nacional Queen Elizabeth.
En Asia, la CFI aprobó financiamiento por valor de US$888 millones por cuenta propia y movilizó otros US$1.885 millones a través de la formación de consorcios para préstamos y operaciones de garantía de emisión para 53 proyectos correspondientes a 12 países. El considerable aumento respecto del ejercicio de 1995 --en que la CFI aprobó 45 proyectos en diez países, con financiamiento por cuenta propia por valor de US$691 millones-- se debe a la continua y rápida tasa de crecimiento económico de Asia, que siguió superando la de todas las demás regiones en desarrollo y desarrolladas. Casi el 25% del total de inversiones realizadas en la región se orientó a la infraestructura privada en el marco de proyectos que abarcan desde las telecomunicaciones regionales en Indonesia hasta la generación de energía eléctrica en Nepal. En China, la CFI mantuvo la tónica de duplicar sus inversiones brutas por tercer año consecutivo, con aprobaciones que en el ejercicio de 1996 ascendieron a un total de US$493 millones para nueve proyectos. Entre éstos figuran el de Jingyang Cement Co., Ltd., por valor de US$265 millones en la provincia de Jiangsu, que constituyó el préstamo más grande otorgado por la CFI a China con recurso limitado, y el proyecto portuario de Fairyoung, por valor de US$77 millones, que fue el primero de infraestructura en China. Otros proyectos fueron el de Friesland Tianjin Dairy Foods Ltd., con el que aumentarán los ingresos en las zonas rurales al generarse demanda de productos de 1.140 pequeñas lecherías privadas y pagarse una prima por alta calidad, y otro de US$146 millones para Caltex Ocean Gas & Energy Limited en la localidad de Shantou, con el que se facilitará la sustitución del carbón y la leña por gas de petróleo licuado como combustible para cocinar.
En Viet Nam se logró un elevado nivel de actividad, ya que en el ejercicio de 1996 se aprobaron diez proyectos nuevos que comprendieron inversiones por US$107 millones de fondos propios de la CFI y US$113 millones provenientes de los participantes. Se inició un programa de asistencia técnica de varios años de duración para ayudar a las autoridades de Viet Nam a sancionar leyes y reglamentos aplicables a las compañías de arrendamiento financiero. Dicho programa se complementó con la iniciativa encabezada por la Corporación para establecer la primera compañía de ese tipo en el país con la colaboración de un banco local y un grupo de instituciones financieras extranjeras. Esta operación pionera dio lugar a varias actividades que la CFI realizaba por primera vez en Viet Nam: la primera inversión en capital accionario, el primer proyecto para el sector financiero y la primera empresa conjunta de arrendamiento financiero. Este proyecto también demuestra el efecto de las operaciones de la CFI en el desarrollo, que en este caso fue ayudar a poner en marcha la actividad de arrendamiento financiero, que constituirá una fuente importante de financiamiento para las empresas pequeñas y medianas. En el ejercicio también se aprobó la primera inversión de la CFI en Maldivas, mediante un préstamo de la Corporación de US$6 millones a Villa Shipping & Trading Company Private Ltd. para la construcción de un complejo de 300 habitaciones en Sun Island en Ari Atoll. La CFI está ayudando a dicha empresa a elaborar planes de protección del medio ambiente y relativos a la instalación de un avanzado sistema de tratamiento de aguas residuales y de reciclado, que serviría de modelo para otros complejos insulares de Maldivas.
Las actividades regionales de la CFI también comprendieron la atención de salud: en Jakarta occidental se ha construido un hospital de 328 camas financiado por el sector privado con la ayuda de un paquete financiero de US$25,8 millones de la CFI, en respaldo del objetivo de Indonesia de aumentar la participación privada en la atención de salud. Otra prioridad ha sido el apoyo a la pequeña y mediana empresa, sobre todo de las pequeñas economías insulares. Se aprobó la refinanciación de la Unidad de Preparación de Proyectos para el Pacífico Sur, para el segundo quinquenio de funcionamiento (hasta el ejercicio del año 2000), con fondos de una donación de US$10,4 millones. Dicha Unidad presta servicios de asesoría a empresarios privados de los países insulares del Pacífico, incluida la realización de los estudios técnicos, de mercado y de factibilidad necesarios para obtener financiamiento para proyectos viables de pequeña y mediana escala. La CFI está prestando especial atención a las economías en transición y a los países de Asia Meridional, que aún se encuentran en una situación de pobreza generalizada.
La CFI aprobó 38 proyectos en nueve países de la región de Asia Central, Oriente Medio y Norte de Africa, por un total de US$517 millones en financiamiento por cuenta propia. Siguió haciendo hincapié en la movilización de recursos adicionales para las empresas privadas de la región y aprobó US$381 millones a través de consorcios para préstamos. En el ejercicio de 1996, en forma indirecta la CFI se orientó específicamente a las empresas pequeñas y medianas de la región, a través de la apertura de líneas de crédito por un total de US$160 millones para compañías de arrendamiento financiero, bancos y fondos de inversión en acciones. La Corporación ayudó a crear varias instituciones novedosas en los mercados financieros locales, incluido un banco regional de inversiones en el Oriente Medio, una casa de descuentos en Marruecos, un fondo regional de inversiones directas en acciones para Asia Central y el Oriente Medio, las primeras compañías de arrendamiento financiero de la República Kirguisa y Egipto y la primera emisión de certificados internacionales de depósito de Marruecos.
En el ejercicio de 1996, la CFI también aprobó un proyecto encaminado a abordar los problemas de destrucción material generalizada y de crisis de la vivienda en el Líbano, mediante la apertura de líneas de crédito a largo plazo de hasta US$100 millones y servicios de gestión de riesgos de hasta US$12 millones para seis bancos comerciales privados del país. Los bancos a su vez represtarán los fondos a familias de ingreso mediano para financiar la compra o ampliación de sus viviendas. Con las líneas de crédito se permitirá a unas 3.000 familias adquirir su primera vivienda, con lo que se estimulará el sector de la construcción primaria, así como otros sectores conexos de la economía. Otro de los beneficios será la creación de alrededor de 8.000 puestos de trabajo. De acuerdo con el enfoque aplicado por la CFI con respecto al financiamiento para la vivienda, con el proyecto se preparará el camino para el establecimiento de un mercado hipotecario secundario en el Líbano. Otro proyecto regional de especial importancia para la CFI en el ejercicio de 1996 fue el proyecto privado de electricidad Uch en Pakistán, para el que la Corporación y el Banco Mundial están concertando conjuntamente financiamiento por valor de US$630 millones. La Corporación otorgará un préstamo de US$40 millones por su propia cuenta y otro de US$75 millones a través de un consorcio, la mayor operación de este tipo para Pakistán realizada hasta ahora. Se trata también de la primera vez que se hace uso de una garantía del Banco Mundial junto con financiamiento de la CFI. El proyecto tiene el mérito especial de valerse de una fuente autóctona de combustible, gas natural de baja potencia calorífica.
En Europa, la CFI aprobó financiamiento por cuenta propia por valor de US$406 millones para 38 proyectos correspondientes a 13 países, así como dos proyectos de alcance regional. Ello representa un aumento considerable frente a los 28 proyectos aprobados en el ejercicio de 1995. Actualmente la CFI cuenta con 24 países miembros de Europa, más del doble de los que eran miembros en 1993. Los principales logros de la región en el ejercicio de 1996 comprenden la terminación satisfactoria del primer modelo práctico de privatización de tierras en Ucrania, con financiamiento del Know-How Fund del Reino Unido, que dio lugar a la creación de 13 empresas agrícolas y 15 explotaciones agrícolas privadas. La privatización es un aspecto esencial del enfoque de la Corporación en la región: la subasta para la privatización de tierras en Ucrania servirá de modelo para privatizaciones agrícolas más amplias. Hasta ahora, la CFI ha ayudado a 21 ciudades de Ucrania y diez ciudades de Belarús a privatizar, respectivamente, 6.665 y 674 empresas pequeñas. El gobierno ruso ha contribuido a llevar a cabo la privatización de tierras agrícolas con la reorganización de más de 160 granjas estatales y colectivas de Nizhny Novgorod, Oryol, Rostov, Ryazan, Volgograd y Kirov. Gracias a la iniciativa se han creado unas 900 empresas agrícolas, se privatizó más de un millón de hectáreas de tierras agrícolas y se transfirió la propiedad a más de 55.000 personas.
La CFI también llevó a cabo sus primeros proyectos en varios países de la región. En Albania se aprobó un proyecto para una fábrica de jabones, operación que comprende un préstamo de la CFI de US$1,6 millones e inversiones en capital accionario por valor de US$400.000, con lo que se duplicaría la producción de la jabonería, se realizaría la transferencia de conocimientos técnicos y del mercado y se sustituiría la importación costosa de jabón por el uso de productos nacionales. En la República Eslovaca se abrió una línea de crédito de US$18,2 millones para Istrobanka. En Rusia, la CFI invirtió US$4 millones en Pioneer First Russia, una sociedad de cartera para una administradora de fondos, con miras a establecer una de las primeras operaciones de fondos mutuos nacionales. Las operaciones de fortalecimiento institucional de los mercados de capital seguirán cumpliendo una función importante en toda la región. La Corporación está proporcionando apoyo y asesoramiento constantes a la Comisión federal sobre mercados de valores y capital de Rusia respecto de una amplia gama de problemas normativos y de desarrollo de los mercados. En Rumania, la CFI está ayudando a la creación de una comisión de valores y de la bolsa de valores de Bucarest. En otro proyecto novedoso se creó, con el banco comercial austríaco RZB, un Servicio de Mejoramiento del Comercio Intrarregional de US$60 millones con el objeto de promover el uso de créditos documentarios en el comercio entre Europa Central y Oriental y los países de la antigua Unión Soviética. Este Servicio contribuirá a reanudar los vínculos comerciales intrarregionales, a mejorar la capacidad de los bancos locales para proporcionar mecanismos adecuados de crédito y liquidación, y a acrecentar la experiencia de los bancos locales en materia de comercio internacional y prácticas bancarias. Mientras tanto, en las economías en transición más avanzadas, la CFI se está centrando en la estructuración de transacciones con grandes empresas de propiedad local. Estas empresas permiten la ejecución de proyectos convencionales de la CFI de amplia movilización de recursos y elevado impacto en términos de desarrollo.
A pesar de la crisis de México, los países de América Latina y el Caribe mantuvieron su compromiso respecto de la reforma económica y la apertura al comercio y las inversiones internacionales. Sin embargo, la menor afluencia de capital redundó en la desaceleración del crecimiento en los países grandes, en tanto que continuó la restricción del crédito. La CFI siguió siendo una fuente de financiamiento a largo plazo para la región y mantuvo su apoyo a la infraestructura privada y las privatizaciones. Sus inversiones en la región representaron la cuarta parte del total de inversiones de la Corporación en el ejercicio de 1996. En total, la Corporación aprobó inversiones en 63 proyectos correspondientes a 14 países de la región y en dos de alcance regional por un total de US$1.300 millones en financiamiento por cuenta propia, aparte de más de US$2.400 a través de consorcios para préstamos. Esto representó un gran aumento de volumen con respecto al ejercicio de 1995; el financiamiento por cuenta propia de la CFI aumentó 20% y la formación de consorcios, 87%. El mayor número de aprobaciones de inversiones en la región correspondió a Argentina, Brasil y México.
La CFI prestó especial atención al apoyo a las compañías de segundo nivel y a las empresas pequeñas y medianas, que tienen menos acceso a financiamiento a largo plazo --por ejemplo, la empresa brasileña de artefactos para el hogar, Mallory Limitada-- mediante la aprobación de líneas de crédito a través de bancos comerciales locales, como el Banco Bradesco en el nordeste del Brasil. En la esfera de la infraestructura privada, las inversiones abarcaron el sector de las telecomunicaciones en Brasil, El Salvador y Venezuela; el abastecimiento de agua y el alcantarillado en Brasil; una línea de ferrocarriles en Chile y una carretera en Colombia, así como un gran número de proyectos en los sectores de electricidad, abastecimiento de agua y alcantarillado en Argentina. En lo que se refiere a los mercados de capital, las operaciones se centraron en prestar apoyo a los sistemas bancarios durante un período de dificultades tras la crisis financiera de México. Por ejemplo, la Corporación aprobó una línea de crédito para Banamex con el objeto de ayudar a reestructurar la deuda de hasta 40 empresas medianas viables.
Al emplazarse los proyectos cada vez más fuera de las principales ciudades, la CFI también emprendió con el Banco Mundial actividades con un enfoque regional. Dos de estas iniciativas especiales correspondieron a la provincia de Tucumán, en Argentina, y a Chiapas, en México. La CFI colaboró estrechamente con el Banco Mundial con miras a elaborar un plan para ayudar a reactivar la actividad económica privada en Tucumán. Se evaluaron las necesidades del sector privado de Chiapas, especialmente en lo que respecta a la falta de infraestructura física y de recursos humanos. Con estas iniciativas se ayudó a identificar los principales impedimentos para la actividad privada y a concebir planes para fomentar el crecimiento.