Washington, DC, 22 de junio, 2018
– La Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial que trabaja con el sector privado, confirma su compromiso de ayudar a abordar los principales retos de pobreza y exclusión social en Centroamérica. Las inversiones que realiza IFC están sujetas a rigurosos estándares internacionales y políticas del Grupo del Banco Mundial sobre transparencia y operación de proyectos. Reconocemos el papel fundamental que desempeña el sector privado para impulsar el desarrollo y trabajamos para promover cambios institucionales que mejoran la transparencia y la rendición de cuentas. Precisamente en un evento reciente en Panamá,
Cuentas Claras: Gobierno transparente en colaboración con el sector privado,
abordamos estos temas.
En el contexto actual que observa la región, IFC desea comunicar lo siguiente en relación con su programa en Centroamérica:
Durante más de 60 años, IFC se ha dedicado a fomentar el crecimiento económico y social en los países en desarrollo, incluyendo aquellos de alta vulnerabilidad. Trabajar en países afectados por el conflicto y la violencia, así como la fragilidad institucional, conlleva enormes desafíos, pero es justo ahí donde más se necesita crear oportunidades.
IFC está comprometido a apoyar el desarrollo sostenible de Centroamérica. Trabajamos con nuestros clientes para crear empleos y promover el crecimiento económico de nuestros países miembros, dentro de los cuales se encuentran los países centroamericanos. En 2016 (la información más reciente disponible), los proyectos del sector privado que recibieron financiamiento de IFC en Centroamérica:
- Respaldaron 19,000 empleos.
- Proporcionaron 230,000 préstamos a micro, pequeñas y medianas empresas por un total de US$4.2 mil millones.
- Suministraron electricidad a 250,000 personas.
- Ofrecieron servicios médicos a 92,000 pacientes.
- Apoyaron 4,600 agricultores con mejor acceso a mercados, entrenamiento y financiamiento.
- Apoyaron 12,000 estudiantes con acceso a la educación.
La corrupción es uno de los mayores obstáculos al crecimiento económico y social. El desarrollo de los países tiene que estar acompañado por el respeto irrestricto a las leyes. Es esencial que los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil continúen tomando los pasos necesarios para fortalecer las instituciones y la transparencia. IFC reconoce en particular los esfuerzos en Guatemala y Honduras para combatir la corrupción.
IFC no tolera la corrupción ni las prácticas ilegales en los proyectos en los que decide invertir o financiar. Exigimos de nuestros clientes y socios el cumplimiento de la ley y altos estándares en sus operaciones. Como parte de nuestro proceso de evaluación y debida diligencia, antes de invertir u otorgar financiamiento a un proyecto evaluamos rigurosamente la integridad de las empresas en las cuales consideramos invertir y sus prácticas de gobierno corporativo, y proponemos medidas de mitigación y corrección de ser necesario. También evaluamos riesgos del contexto en el que los proyectos operan, tales como la corrupción, el fraude y el lavado de dinero en el país y sector donde se llevará a cabo dicho proyecto. Cabe resaltar que, una vez realizada la inversión o financiamiento, IFC supervisa a lo largo del proyecto que éste desarrolle sus operaciones cumpliendo con las leyes aplicables y con los estándares que exigen las políticas de IFC.
Si surgen indicios de corrupción en los proyectos una vez se haya realizado la inversión, IFC tiene mecanismos internos para manejar estas situaciones, entre los cuales se encuentra el reportar el proyecto a la
Vicepresidencia de Integridad
del Grupo Banco Mundial.
En el caso particular de la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ) en Guatemala, IFC invirtió para apoyar el desarrollo de un puerto moderno, competitivo y eficiente que permitiera reducir costos y facilitar el comercio de productos de forma rápida y segura. Esta decisión fue tomada tras realizar un cuidadoso proceso de debida diligencia, que incluyó el análisis de las bases jurídicas existentes. Anterior a la financiación del proyecto, IFC no tuvo conocimiento sobre ninguna denuncia que evidenciara presuntos pagos irregulares ni actos de corrupción relacionados el proyecto. Cuando se revelaron indicios sobre los actos irregulares de la empresa,
IFC tomó las medidas
necesarias de acuerdo a sus mecanismos internos para manejar estas situaciones.
Con respecto a las inversiones de IFC en el sector financiero en Centroamérica, éstas responden a la necesidad de promover la inclusión y el acceso al financiamiento, un factor fundamental para que las empresas crezcan, generen empleos y contribuyan al mejoramiento de las condiciones de vida de las personas. Como parte de la evaluación de las entidades financieras que IFC apoya, evalúa el cumplimiento de la entidad con normativas bancarias cuyo objetivo es evitar el lavado de activos y la aplicación de políticas de conocimiento de clientes.
Estamos comprometidos con la mejora constante de la gobernanza y transparencia de los proyectos que apoyamos, asegurándonos que las inversiones y financiamientos se ejecuten de forma transparente y con apego a la ley. Continuaremos haciéndolo.